Hacia la tierra prometida, aparece la chica celeste
Existe un mundo, abandonado por los dioses, donde islas de todas las formas y tamaños flotan en un mar de nubes.
Hace mucho tiempo, el pueblo de los astrales intentó hacerse con el control de este mundo, pero los celícolas consiguieron impedirlo, lo cual propició una nueva era de paz.
En la pequeña y remota isla en la que vives, encuentras una carta de tu padre instándote a ir en busca de un lugar de leyenda.
Sin embargo, antes de partir, te topas con Lyria, una chica misteriosa, e inevitablemente se ponen en marcha las ruedas del destino.
El dominio de Zegagrande
La legendaria isla de los astrales, Istarsia, sigue esperando intrépidos viajeros. Pero, hasta que ese momento llegue, la aventura continúa al oeste de los cielos, donde tendrá lugar una nueva historia.
Hijos del viento, ciudadanos entre las nubes
Los cielos están compuestos por incontables islas, donde cuatro razas se unieron para formar una civilización.
Aunque los humanos no parezcan gran cosa, son la especie más numerosa y representan un papel fundamental en esta sociedad.
Los erunes se caracterizan por sus orejas grandes y su atractivo general. Muchos, además, gozan de conocimientos mágicos.
Los harvin destacan por su baja estatura. Suelen tener habilidad para los negocios, así como un excelente pensamiento lógico.
Los draf tienen unos cuernos prominentes y llaman la atención por su poderoso físico. Su fuerza es motivo de orgullo, y muchos destacan trabajando en fábricas o en la industria del hierro.
Seres primordiales, las armas vivientes de los astrales
Bestias gigantes con poderes propios de los dioses. Después de la guerra, que vio su fin hace 500 años, se sumieron en un profundo sueño, tras lo cual se incorporaron a las tradiciones religiosas y culturales de numerosos territorios.
Dado que solo los astrales pueden controlarlos, cuando un ser primordial entra en cólera, puede provocar un cataclismo a gran escala. No obstante, algunas personas creen firmemente que estas criaturas divinas forman parte de la naturaleza y no deberían de intentar contenerse.